Depresión (de pareja) post parto
Nueve meses esperando (y otros tantos, en ocasiones, intentándolo) cuando, por fin, ese ser indefenso fruto de vuestro amor llega al mundo. Un lugar en el que toca que le guieis, con la responsabilidad que conlleva. Pero ese peso, como tantos otros, hay quien se lo carga a las espaldas con gran brío y otras personas que lo llevan a rastras. En este último caso, el estrés puede derivar en depresión, no sólo maternal sino de ambos progenitores.
En cuanto ese período inicial de desconcierto pasa, es importante tomarse pequeños descansos, tanto de manera individual como en pareja. El bebé necesita todo nuestro amor, pero para poder entregarlo, tenemos que cultivarlo.
El agotamiento es de tal envergadura que lo que menos nos importa es nuestro estado mental y tampoco el físico. Esto puede parecer superficial, pero no nos estamos refiriendo a cosas como ir a la moda, estar guapa, ni nada de eso; sino de dedicar un momento a mirarse al espero, arreglarse un mínimo, mirarse fijamente a la cara, o darse un baño. Si no es posible realizar una escapada en pareja, aprovechad el verano para hacerlo en compañía del bebé. Debe tratarse de un espacio de intimidad y tranquilidad. Sin el resto de la familia de por medio, ningún compromiso ni responsabilidad que la que habéis contraído al convertiros en una familia.
Alrededor de un 12% a un 20% de las mujeres sufren de depresión o ansiedad después de un parto y hasta el 10% de los padres también ve afectado notablemente su estado de ánimo.
La depresión de los padres afecta a sus bebés profundamente, y puede causar retrasos en su desarrollo, dificultades sociales y problemas de comportamiento. Por otra parte, para las hijas e hijos de madres deprimidas, el hecho de tener un padre (o una segunda madre) involucrado y cariñoso les protege de algunos de los efectos negativos de la depresión de la madre.
Cuando un hombre acaba de ser padre es usual que sufra cambios emocionales, especialmente si se trata de un padre primerizo cuyo estilo de vida cambia radicalmente con la llegada del bebé. Éste puede sentirse aislado debido a la atención que la mujer brinda al bebé, no sentirse capaz de cuidar al éste adecuadamente, no cumplir con las exigencias sociales de su entorno o creerse incapaz de asumir la responsabilidad de su nuevo rol de padre.
A diferencia de las mujeres en las que las hormonas juegan un papel importante, la depresión postparto en los hombres depende de la situación social, emocional y económica en la que se encuentra el reciente papá.
Al igual que nos pasa a nosotras, los hombres pueden sentirse descolocados ante la llegada de un nuevo miembro a la familia. Si vive una situación emocional estable asumirá su compromiso con mayor tranquilidad, en cambio si se encuentra desorientado, puede que el convertirse en padre le angustie más de la cuenta y derive en una depresión postparto.
Los síntomas más habituales que puede ser una alerta son alejamiento de la pareja, irritabilidad, intolerancia, insomnio, tristeza, refugio exagerado en los amigos o incluso en el alcohol.
La herramienta más utilizada para diagnosticar a las madres con depresión postparto es la Escala de depresión postnatal de Edimburgo. Recientemente, la comunidad médica ha comenzado a utilizar el mismo cuestionario para evaluar a los padres. Podéis realizarlo para evaluar vuestra situación. En caso de que, pasado un tiempo, la tristeza persista, la ayuda de una/un profesional de la Psicología resulta muy conveniente.