“Mi dificultad desaparece cuando estoy solo”
Es lo que nos dicen muchos hombres durante la primera consulta. Es decir, que su dificultad sexual ocurre sólo en los encuentros eróticos, nunca cuando practican la masturbación a solas.
Algo que puede sonar a excusa de cara a la pareja, pero que resulta muy frustrante para quien lo vive en primera persona. Estos hombres se culpabilizan a sí mismos al preguntarse por qué no son capaces de tener una respuesta sexual adecuada cuando están manteniendo relaciones sexuales. En muchas ocasiones, sus parejas se lo toman como algo personal. Piensan que tiene que ver con ellas, lo que afecta a la relación a todos los niveles llegando incluso a poner en jaque el futuro de la misma.
Que la dificultad sea situacional indica, en primer término, que hay cuestiones de tipo psicólogico tras la misma. Además, nos posibilita explorar lo que sucede en el hombre antes, durante y después del momento en que ocurre. Y por contra, qué pasa cuando no.
Autoerotismo masculino
En nuestras sociedades, el (auto)erotismo masculino se ha validado, lo que ha permitido a los hombres ejercerlo con mayor libertad que las mujeres.
Cuando hablamos de autoerotismo, nos referimos a todas las maneras posibles de sumergirse en la propia erótica, con el objetivo de conectar con uno mismo y percibir sensaciones placenteras. Por eso, el autoerotismo va mucho más allá de la masturbación. Implica permitirse sentir placer, dar espacio y tiempo a la propia intimidad, y ahondar en distintas formas de expresarse sexualmente.
Ellos, en general, han aprendido a excitarse y estimularse a solas. Por eso, cuando llega un hombre a consulta, es habitual que nos diga que su dificultad sexual aparece SÓLO en los encuentros eróticos.
En estos casos, dedicamos un tiempo del proceso a trabajar sobre la idea de las relaciones sexuales, los roles eróticos, la presión por ser un ‘buen amante’ y la ansiedad que todo ello genera. Cuestiones que suelen favorecer que, ante un momento erótico compartido, se produzca ese bloqueo inconsciente que lleva al hombre a perder el control sobre su cuerpo.