¿Se puede aprender a disfrutar?
Todos aprendemos a disfrutar, solo que hay quienes lo hacen de manera más inconsciente que otros. Construimos nuestra sexualidad a través de vivencias y aprendizajes, que nos permiten (entre otras cosas) saber qué es lo que nos reporta placer y qué nos resulta desagradable o dañino.
Sin embargo, para poder desarrollar todo nuestro potencial sensitivo es necesario invertir tiempo en conocernos. Es lo que se ha llamado Crecimiento Erótico y se puede realizar por cuatro vías principales:
La educación Sexual
Lo primero es adquirir conocimientos precisos sobre la sexualidad. Detectando y combatiendo los mitos y tabúes eróticos que están ligados a la sociedad y que interiorizamos a través de la cultura, la religión y la familia.
El autoconocimiento
Una vez nos hemos librado de los mitos sexuales, nos toca explorar nuestra propia sexualidad: averiguar qué no, qué nos excita, qué preferimos y qué nos cuesta más mostrar o compartir con otros. Puede ser que encontremos bloqueos debido a nuestras experiencias o a cuestiones emocionales como una baja autoestima.
Hablar con la(s) pareja(s)
Para que la erótica compartida sea enriquecedora, es importante conectar con los otros, expresando cómo somos.
Trabajar los cinco sentidos
Percibimos las sensaciones positivas a través de nuestros sentidos. Por eso, os proponemos un juego para entrenar la capacidad de centrarse en las sensaciones a través de los cinco sentidos.
Elige un alimento que te guste mucho (chocolate, alguna fruta, ciertos frutos secos…) y prepárate para disfrutarlo con todos los sentidos. Ponlo en tus manos y obsérvalo como si fuera la primera vez que lo ves. Observa como es, fíjate en el color, la forma, los surcos… Fíjate bien y tómate tu tiempo. Tócalo… ¿Cuál es su tacto? ¿Qué sientes al tocarlo? Incluso puedes llevártelo al oído y trata de hacer algún sonido con ese alimento. Ahora te toca el sentido del olfato. ¿Cómo es su olor? Disfrútalo. Finalmente, mételo en la boca y nota su textura en la lengua… Los sabores que van apareciendo… Céntrate en las sensaciones que sientes en cada rincón de la boca. Chúpalo, muérdelo… Lentamente. ¿Qué estas sintiendo?
El aprendizaje forma parte de la vida. El placer también. Si quieres aumentar tu capacidad de percibir sensaciones positivas, ponte a ello.