«Temo que el WhatsApp termine con mi relación»
Un estudio publicado en la revista Cyber Psychology and Behaviour Journal concluye que «28 millones de parejas en el mundo han podido romper su relación por culpa de plataformas como Facebook o Whatsapp».
Las causas de las rupturas son conflictos dentro de la relación que cada pareja resuelve de una manera u otra. Puede ser terminando con la misma, o bien tratando de llegar a otro tipo de acuerdos.
Desde nuestra experiencia trabajamos situaciones que pueden parecer negativas, aportando una perspectiva diferente. Y es que el conflicto es algo inevitable, incluso necesario; y como tal hay que aceptar su existencia, aprendiendo a afrontarlo para que sea constructivo. Que nos permita lograr nuestros deseos y objetivos, mejoren nuestras relaciones interpersonales y nos aporten emociones positivas (alegría, autoestima, seguridad, confianza, comodidad).
En el caso de las redes sociales, su irrupción nos ha pillado sin herramientas de gestión adecuadas. Las usamos como si hubiera diferentes reglas para la vida digital y la analógica. Y no es así. Ambas son reales, y debemos comportarnos en los dos ámbitos de forma coherente. En cuanto a nuestra relación, esto se traduce en ser leal al contrato que mantengo con mi pareja. ¿Puedo «cibertontear» con otras personas? ¿Debe conocer mi pareja cuál es mi código de seguridad del móvil? ¿Puedo publicar fotos de ambos en mis redes sociales?
El uso cotidiano de redes como Facebook o Whatsapp, ha cambiado la concepción de los celos, el flirteo, la seducción, lo privado y lo público. Y aunque tendemos a pensar en lo desconocido o nuevo como una amenaza, lo cierto es que las redes sociales pueden beneficiar a nuestra relación. Por ejemplo, salvando diferencias horarias o separaciones físicas (viajes, trabajo, etc.), ya que la distancia no obstaculiza la posibilidad de establecer un vínculo en Internet. Algo que nos ayuda a construir y mantener un alto grado de intimidad con nuestra pareja.
Por tanto, podemos culpar a las redes sociales. Sin embargo, que se haya abierto una brecha entre ambos no es culpa de la tecnología, si no de las decisiones que cada cual adopta a la hora de usar las redes.
En consulta, acompañamos a la pareja para que modifique o construya un nuevo contrato, donde ambas partes ganen y se sientan a gusto en cuanto a sus deseos y compromisos, también en el uso de las redes sociales.