Cómo comunicar en mi entorno que soy homosexual
Salir del armario conlleva expresar públicamente y de manera explícita que eres homosexual. Esto, que para alguien que se sienta hetero no supone ninguna consecuencia adversa, constituye un paso crucial para muchos gays y lesbianas, fruto de la incompresión y la homofobia que perciben de buena parte de nuestra sociedad.
No es necesario que te pongas una camiseta en la que se pueda leer que eres lesbiana, o decir que vas a ir montado en una carroza en el Gay Pride (aunque si te apetece, adelante). Se trata de dejar claro en tus conversaciones cotidianas, sin complejos ni eufemismos, cuál es el sexo por el que te sientes más atraída o atraído. Y aunque en este texto nos vamos a referir a la homosexualidad, entendemos que las personas bisexuales pueden pasar por situaciones similares a las lesbianas y los gays.
¿Es obligatorio mostrar cuál es tu orientación sexual?
Mostrar tu orientación sexual de forma clara y evidente puede conllevar ciertas amenazas que cada cual debe analizar personalmente. Y es que nadie está obligado a expresar que es lesbiana o gay, menos aún si existen riesgos para su integridad física o psíquica. Si vives en un lugar donde se condena y encierra, maltrata o mata a homosexuales, entonces quizá sea mejor mantener silencio. La decisión es personal.
¿Cómo hacerlo?
El modus operandi dependerá del tipo de relación que mantengas con la persona a la que se lo quieres comunicar. Como dice Gabriel J. Martín, autor del libro «Quiérete Mucho, Maricón» (Roca Editorial, 2016), con las personas con las que tengas una relación más estrecha o íntima, es lógico que quieras hacerlo de una forma más personalizada. Con las menos cercanas, no será necesario tanto trámite.
Dentro de la Familia
Sentirse amado y reconocido por la familia en primer término, y por el entorno en segundo, es una necesidad básica, tan importante como el alimento y que nos nutre de seguridad emocional. Es frecuente que, en hombres y mujeres homosexuales, esta necesidad básica no esté adecuadamente cubierta, debido a que, desde las más temprana niñez, habrían aprendido que no son aceptados y aceptadas incondicionalmente por sus familiares directos (padre y/o madre, hermanas o hermanos).
Cuando se dan cuenta de que la homosexualidad provoca rechazo, agresiones, asco y/o pena, a sus familiares más significativos, construyen un esquema desadaptativo en el que asumen, de manera más o menos inconsciente, que para que los demás les acepten, deben ocultar su homosexualidad.
El no sentirse querido tal y como se es, provoca un daño que debe repararse. Por eso, lo primero es salir de la inercia que lleva a la mujer lesbiana y al hombre gay a ocultarse para evitar críticas.
Aunque pueda resultar tópico, no deja de ser cierto que las personas que mejor te conocen no suelen sorprenderse por este tipo de revelaciones. Es habitual que alberguen sus sospechas o incluso que lo hayan asumido antes que el propio gay o la propia lesbiana. Por eso, una vez verbalizado, no suelen sentirse sorprendidos. A veces, incluso, sienten alivio porque por fin tienen la oportunidad de acompañarte y apoyarte en esa esfera de tu vida.
Si no se lo esperan y les cuesta asimiliarlo, será necesario mantener un diálogo abierto durante un tiempo. Ayudarles a comprenderte y de paso, a que entiendan lo importante que es para ti sentir su apoyo. Intenta averiguar dónde está el problema: ¿Recibieron una educación muy conservadora? ¿Se sienten ansiosos ante la idea de que les pregunten por tu vida? ¿Saben lo que significa ser homosexual y por qué lo eres? Si a ti te llevó un tiempo asimilarlo, se paciente porque ellas y ellos necesitarán otro tanto.
¿Por qué es relevante salir del armario en el trabajo?
Cuando alguien tiene dudas sobre si comentar en el trabajo que es homosexual, solemos preguntarle si se plantearía lo mismo en caso de ser hetero. La respuesta suele ser que no. Incluso, yendo más allá ¿Dirías que eres ateo o religioso, vegano u omnívoro, hijo único o tienes hermanas o hermanos?
Es verdad que hay cierta información que es susceptible de generar un conflicto, y tú tratas de evitar éste en el ámbito laboral. Sin embargo, con ello también estás consiguiendo que las y los lesbófobos y homófobos campen a sus anchas.
Puede que toda esa información no sea relevante a la hora de realizar eficazmente tu labor profesional, pero te otorgará autenticidad, honestidad, y autoconfianza, lo que te ayudará a estrechar vínculos y trabajar mejor. Que te traten y te conozcan como eres, favorece también que encuentres personas que puedan encajar contigo. Y cuando esta máxima la llevamos a la orientación sexual, conseguimos abrir la posibilidad a conocer a alguien con quien establecer una relación erótica y/o amorosa. Al fin y al cabo, la mayor parte de las relaciones de pareja se inician en el entorno laboral.
«Lo importante, al final, es mantener la visibilidad», afirma Martín.