¿Hablas con tu pareja de tus preferencias sexuales?
“Aquella noche estaba tumbado en el sofá y ella empezó a besarme de forma intensa. Sentía su respiración en mi cuello y sus manos en mi entrepierna. No sé por qué le dejé seguir si sentía que el cuerpo no me respondía. Pero claro, soy un hombre y a nosotros se supone que siempre nos apetece. Quizás la podría haber dicho: ‘Me encanta que te lances sobre mi tan excitada y que me devores, pero ¿qué te parece si hoy nos abrazamos el uno al otro?. Hoy ha sido un día complicado por un problema en el trabajo y no me siento con ganas. Sin embargo, me encantaría sentirte cerca’.”
“Nos duchamos juntas después de salir a correr. Ella me lavaba la cabeza y yo sentía el cosquilleo del agua caer sobre mi espalda, cuando de repente puso sus manos en mis genitales. Sentí que no era el momento, que me apetecía seguir más con el juego de lavarnos la una a la otra. No supe cómo decirle ‘Me encanta que acaricies mis genitales, pero ¿Qué te parece si hoy seguimos duchándonos y acariciándonos? ¡Sigamos con este juego tan excitante!’”
¿En alguna ocasión te has encontrado en esta situación o similares?
Nos referimos a momentos en los que, aquello que estaba ocurriendo no te gustaba, querías que fuese de otra manera o bien no te apetecía. Si la respuesta es que sí ¿Recuerdas cuál fue tu respuesta? ¿Optaste por el silencio o se lo dijiste? ¿Cómo te sentiste?
Es necesario expresar a tu pareja lo que sientes y piensas, es decir, lo que deseas hacer y cómo quieres hacerlo, porque ello supone hacerte responsable de tu propia sexualidad. Además, el placer aumenta.
Practicar la asertividad erótica implica conocer el propio cuerpo, con sus partes más erógenas y aquellas que lo son en menor medida. Es descubrirse como ser sexuado con una sexualidad y erótica propias. Una habilidad que se puede aprender y que ayuda a reforzar de manera positiva el vínculo en nuestras relaciones eróticas.
Las personas asertivas son capaces de rechazar el encuentro sexual no deseado. Decir ‘no’ cuando no desean mantener un encuentro erótico concreto o de una determinada forma y, por supuesto, no sentirse culpable por ello. Son conscientes del poder sobre su propio erotismo, y disfrutan de su cuerpo libremente.
Desde esta perspectiva, los encuentros eróticos se sitúan en una búsqueda del bien común, donde se disfruta de mutuo acuerdo aumentando el placer propio y el de la pareja. En definitiva, ser asertivo con tu sexualidad te hará vivirla libremente, de forma respetuosa y saludable.
Decálogo de los Derechos Sexuales Asertivos
- Derecho a la autonomía sexual.
- Derecho a decidir sobre tu propio cuerpo.
- Derecho a ser responsable del propio placer.
- Derecho a disfrutar del propio placer.
- Derecho a expresar los propios gustos y deseos sexuales
- Derecho a hacerse respetar sexualmente.
- Derecho a decir ‘no’ sin sentirse culpable.
- Derecho a no ser juzgado por la forma de vivir tu sexualidad.
- Derecho a pedir y a recibir la información y la educación sexual oportuna y veraz.
- Derecho a decidir acerca de la reproducción y de los métodos anticonceptivos a utilizar.