«Cuéntame qué te hace estremecer»
¿Habláis de lo que más y de lo que menos os gusta para luego llevarlo a la práctica en vuestros encuentros sexuales? ¿O dais por hecho que el otro «lo sabe»?
Cuando hablamos de Comunicación Sexual con las parejas que acuden a consulta y a nuestros cursos, solemos encontrar caras de extrañeza ante el hecho de dar importancia a la comunicación de las filias sexuales. Vemos con frecuencia que, tanto ellas como ellos, no han reflexionado hasta ese momento acerca de la importancia de saber con qué goza su pareja y por otro lado, de la posibilidad de expresar sus propias preferencias a la hora de mantener encuentros íntimos. Es curioso ver que dan por hecho lo que le tiene que satisfacer a su compañero o compañera, y a la inversa.
Hagamos una analogía con la comida. Párate a pensar un momento en una conversación con tu pareja y verás que, de forma natural, habláis de vuestros gustos gastronómicos. ¿Sabes cuál es el plato favorito de tu pareja? ¿Conoce ella tus aversiones culinarias? Si la respuesta es afirmativa… ¿a qué se debe que no os contéis qué es lo que más os excita?
Pueden existir muy diversos factores para que no se de una comunicación sexual en la pareja. Aquí debemos tener en cuenta la influencia cultural y religiosa que nos dicta que el encuentro erótico por excelencia es heterosexual y se reduce al coito vaginal. Según esta idea, el placer del hombre sería requerido, mientas que el de la mujer debe ser omitido… Sin embargo, hay vida (sexual) mucho más allá de estos dictados.
Desde Borobil promovemos la idea de una sexualidad y erótica propias; una forma de expresarse única en cada persona. De esta manera, te proponemos un juego para que os comuniquéis sexualmente. Sólo necesitas lápiz y papel.
Te invitamos a crear, desde tu vivencia personal, tu plato sexual favorito. Es decir, queremos que elabores una lista con tus gustos eróticos. Puedes cerrar los ojos e iniciar, en tu mente, una andadura para descubrir y vivir ese plato erótico favorito que tanto te gusta. A medida que lo vas viviendo, puedes escribirlo en tu hoja en blanco (o bien dejarlo para después). Si no te va lo de escribir puedes grabarlo, es otra opción.
Una vez lo tengas redactado o grabado, busca el lugar y el momento adecuado para ponerlo en común con tu pareja. A partir de aquí, podréis empezar a crear riquísimos menús eróticos.
¡Buen provecho!