El climaterio da inicio a una segunda primavera
Es hora de empezar a reconocer que estamos llegando al final de nuestra vida fértil, para adueñarnos del adjetivo ‘menopáusica’ que se utiliza para referirse de forma despectiva a las mujeres maduras cuando éstas no siguen el código de conducta que se espera de ellas.
¿Acaso saben, aquellos que quieren ofenderlas, lo que significa la palabra menopausia? Seguramente no, pues de lo contrario dirían que están climatéricas.
El climaterio es el periodo de transición entre la etapa reproductiva y la no reproductiva. Puede durar entre 5 y 10 años (dependiendo de la mujer), durante los cuales, se producen cambios a nivel morfológico, funcional y emocional, causados por el cese de la función ovárica. Además de la última regla (menopausia), hay una disminución en la producción de estrógenos y progesterona, que traen consigo una transformación revolucionaria en la mujer.
Esas señales de transición son diversas y no se dan en todas las mujeres, pues cada climaterio es distinto. Los consabidos sofocos, el insomnio, el aumento de peso, los dolores articulares y musculares, la sequedad vaginal, la inestabilidad emocional y una disminución del deseo sexual.
A pesar de ser catalogados como síntomas (por lo que el climaterio sería un síndrome), están ligados a sociedades y culturas concretas. De hecho, en Japón las mujeres no sienten sofocos, y las mujeres suecas, por su parte, no experimentan una bajada de su deseo sexual.
¿Por qué hablar de síntomas, si éstos aparecen sólo en determinadas circunstancias?
Quizá esa sea la manera de llevarnos a hablar de tratamientos para paliar las consecuencias negativas del climaterio. El componente social en la vivencia del climaterio es esencial. En este momento, para la sociedad dejamos de ser «objetos» de deseo. Sin embargo, esto nos da la oportunidad de ser sujetos que desean y toman las riendas de su propia vida.
Desde nuestro punto de vista, se trata de una etapa más en la vida de las mujeres*, que tiene sus propias características y que puede acompañarse de recursos para vivirla de la mejor manera posible. A ello pueden ayudarte especialmente las matronas, y las sexólogas.
Debemos darnos el permiso de tirar abajo los prejuicios y decir lo que queremos. Que seguimos siendo mujeres, en una segunda primavera floreciente.
De todo esto hemos hablado con Elixabete Legarda en el programa Vivir Para Ver de Radio Euskadi.
Quizá te interese este post: ¿El deseo baja con la menopausia?
* A lo largo del texto, nombramos solo a las mujeres por razones de brevedad; pero es necesario señalar que el climaterio lo viven todas aquellas personas que menstrúan, sea cual sea su identidad sexual o de género.
